Son muchos los preparativos cuando vas de viaje, pero más cuando decides realizar un viaje por tu cuenta. No importa cuán lejos vayas a ir, ni cuánto falte para el día deseado. No se puede perder ni un minuto, ni podemos dejar una web sin visitar...
Si eres como yo, disfrutarás por igual preparando las rutas o haciendo fotos de sitios espectaculares.
Fue hace mucho tiempo cuando caí en la cuenta de que quería ir a Japón. Mi "necesidad" de viajar atiende a una voz que me llama repetida e incesantemente desde que era enana y que no sé de dónde viene. La necesidad de viajar de mi marido (mari en adelante) es la de callar mi voz suplicándole repetida e incesantemente que quiero irme de viaje...
En verdad no sé cuál es mi lista de destinos preferidos, creo que me iría a (casi) cualquier punto del planeta. Tampoco voy a mentir y voy a decir que me iría a pasar el fin de semana a Groenlandia, pero hay tantas culturas por conocer y tantas terracitas donde tomarte una cerveza que intentaremos disfrutar las ocasiones que tengamos a nuestro alcance...
Pero volviendo al caso que nos ocupa, lo primero que tuve que hacer para organizar este viaje, fue demostrarle a mi mari, que ir a Japón era necesario, barato y algo que se convertiría en una experiencia inolvidable. Al principio mentí un poco, lo tengo que reconocer, jejjeje, pero porque todavía no sabía lo barato que puede resultar un viaje de este tipo ¡¡¡¡no por otra cosa!!!! ;) Por lo demás, estoy segura que será una experiencia alucinante...
Lo segundo que hice fue buscar financiación, vamos que sigo buscándola y como la mayoría de los que vais a leer esto sois conocidos, os podéis rascar un poquico el bolsillo y aunque sea me echáis en el buzón un sobre anónimo con vuestro donativo. Prometo traeros algo de valor incalculable... (¿¿¿conocéis Daiso Giga Funabashi ???)
Si eres como yo, disfrutarás por igual preparando las rutas o haciendo fotos de sitios espectaculares.
Fue hace mucho tiempo cuando caí en la cuenta de que quería ir a Japón. Mi "necesidad" de viajar atiende a una voz que me llama repetida e incesantemente desde que era enana y que no sé de dónde viene. La necesidad de viajar de mi marido (mari en adelante) es la de callar mi voz suplicándole repetida e incesantemente que quiero irme de viaje...
En verdad no sé cuál es mi lista de destinos preferidos, creo que me iría a (casi) cualquier punto del planeta. Tampoco voy a mentir y voy a decir que me iría a pasar el fin de semana a Groenlandia, pero hay tantas culturas por conocer y tantas terracitas donde tomarte una cerveza que intentaremos disfrutar las ocasiones que tengamos a nuestro alcance...
Pero volviendo al caso que nos ocupa, lo primero que tuve que hacer para organizar este viaje, fue demostrarle a mi mari, que ir a Japón era necesario, barato y algo que se convertiría en una experiencia inolvidable. Al principio mentí un poco, lo tengo que reconocer, jejjeje, pero porque todavía no sabía lo barato que puede resultar un viaje de este tipo ¡¡¡¡no por otra cosa!!!! ;) Por lo demás, estoy segura que será una experiencia alucinante...
Lo segundo que hice fue buscar financiación, vamos que sigo buscándola y como la mayoría de los que vais a leer esto sois conocidos, os podéis rascar un poquico el bolsillo y aunque sea me echáis en el buzón un sobre anónimo con vuestro donativo. Prometo traeros algo de valor incalculable... (¿¿¿conocéis Daiso Giga Funabashi ???)
Casi todos creéis que Japón es un país muy caro, casi inaccesible para un turolense de a pie, pero eso era antes de que nuestro querido euro entrara en acción. Es verdad que el euribor hace lo posible por querer dejarnos en casa, pero no lo conseguirá ;) Así que una vez que pagas el billete de avión, y calculas el dinero que te vas a gastar en transporte por la isla, el resto es pan comido...
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